La semana pasada lanzábamos la pregunta:
¿Por qué si mi cuenta de resultados dice que gano dinero, yo no lo veo reflejado en caja?
Esta cuestión puede tener distintas respuestas, pero sin duda una de las más importantes a considerar se encuentra en la gestión del capital circulante, working capital en inglés, o también conocido como NOF (Necesidades Operativas de Fondos). Es decir, el dinero que la empresa tiene inmovilizado para poder funcionar en el día a día. Es algo que se olvida a menudo, sobre todo cuando nos planteamos constituir una empresa, o bien expandirnos, crecer, etc.
A menudo, al hacer un plan de negocio o presupuesto anual, pensamos en la cuenta de resultados y en las inversiones de inmovilizado. Por ejemplo, si queremos montar un comercio, pensamos en el presupuesto para las obras, mobiliario, iluminación, rótulos, etc. Y por otra parte, pensamos en los gastos de alquiler, suministros, compras, personal y, por supuesto, los ingresos. Pero aún cumpliendo con las previsiones y habiendo obtenido la financiación que necesitamos para ello, nos quedamos sin caja mucho antes de lo previsto. ¿Por qué? Porque olvidamos las NOF.
¿Y qué son las NOF? Pues básicamente las NOF se componen de 4 partidas principales, 3 en el Activo, y una en el Pasivo del balance:
Activo:
- Existencias: En una empresa industrial, estarían compuestas de las materias primas, productos semiterminados y productos terminados, listos para la venta, básicamente. En una empresa comercial, los artículos en el almacén, y en una empresa de servicios, en el valor de las horas trabajadas, pendientes de facturar.
- Clientes: Esto es, el saldo que me deben los clientes a los que les cobro a crédito, por ejemplo a 30, 60, 90 días.
- Tesorería Mínima Operativa (TMO). Esto es, la tesorería que la empresa necesita mínimamente para atender los pagos del día a día.
Pasivo:
Proveedores y acreedores por prestación de servicios, básicamente.
La fórmula de las NOF es Existencias + Clientes + TMO — Proveedores y Acreedores. Cuanto mayor sea el importe, más fondos tenemos inmovilizados y, por tanto, necesitamos financiar para evitar tensiones de tesorería.
Una correcta gestión de las NOF es fundamental para que la empresa pueda funcionar y crecer adecuadamente pues, como se puede intuir, conforme vamos creciendo, también lo harán nuestros saldos de existencias, nuestros saldos de clientes y también la tesorería mínima operativa. Es muy fácil que, si no estamos atentos, estas partidas crezcan más que nuestras ventas y, lo que a priori parece bueno, que es crecer, se convierta en un problema.
El seguimiento de las NOF se suele hacer con indicadores relativos, como son los plazos (cuantos días tengo de existencias en el almacén, cuántos días tardo en cobrar en término medio a mis clientes, cuántos días tardo en pagar a mis acreedores), y también en forma de porcentaje sobre ventas. A mayor porcentaje sobre ventas, más financiación necesito para crecer, y viceversa.
Por tanto, cuanto mejor gestione mis NOF, más tesorería libero, más puedo crecer y mejor puedo atender a mis compromisos con acreedores y accionistas.
En próximos posts hablaremos de la gestión de plazos y del impacto que tienen en tesorería.