Si hay un estado financiero que realmente refleja lo que ha ocurrido en una empresa a lo largo de los años, éste es sin duda, el análisis de FLUJOS DE EFECTIVO.
A menudo, tanto el balance, como la cuenta de pérdidas y ganancias contienen partidas susceptibles de interpretación y de ajustes, estimaciones, etc. Sin embargo, el Estado de Flujos de Efectivo explica si realmente la empresa ha generado o no dinero como consecuencia de su actividad, y si es o no capaz de generar suficiente dinero como para atender a sus obligaciones financieras con acreedores y con sus inversores.
Como se suele decir, la cuenta de resultados puede mentir o maquillar cosas, pero el cash-flow no miente. De hecho, en la mayoría de las operaciones de M&A, se utiliza como uno de los métodos de valoración más aceptado el análisis de los flujos de efectivo. Concretamente Descuentos de Flujo de Caja Libre.
Ahora bien, el hecho de que una empresa tenga más dinero o menos dinero a principio de año que al final de año, por sí mismo, no ofrece una información fiable de por sí. Puedes tener menos dinero porque estás invirtiendo y devolviendo deudas, o puedes tener más dinero porque te estés endeudando. Conviene profundizar más.
El Estado de Flujos de Efectivo está compuesto por 3 grandes bloques:
1. CASH FLOW (Flujos de Efectivo) DE LA EXPLOTACIÓN: Esto es, si el negocio de la empresa en sus operaciones ordinarias ha generado o no dinero. Viene de la cuenta de resultados, corregida por aquellos ingresos y gastos que no generan entradas o salidas directas de caja, como las amortizaciones, provisiones, etc., así como los ingresos y gastos financieros, que van al tercer bloque; a esto se le suman o restan las variaciones en el capital corriente de la empresa. Es decir, cómo ha gestionado los plazos de cobros y pagos, así como las existencias. Cuanto más tardan en pagar los clientes o más mercaderías almacenas, más dinero destruyes, y viceversa.
Este bloque debe ser positivo en una empresa ya consolidada en el mercado y, en todo caso, tener una tendencia positiva y es el principal indicador de la gestión de la empresa.
2. CASH FLOW DE LAS OPERACIONES DE INVERSIÓN: Esto es, las inversiones en Activos Inmovilizados necesarios para la explotación y generación de ingresos.
Este flujo suele (y debe, en general), ser negativo, sobre todo en lo que se refiere a Inmovilizado Productivo, pues implica que la empresa está invirtiendo en seguir produciendo y creciendo para asegurar su continuidad. Un flujo positivo, sobre todo si se mantiene durante dos años o más, puede significar que la empresa está desinvirtiendo y mermando su capacidad productiva, lo cual no es un buen síntoma.
La suma de la Cash Flow de la explotación y el Cash Flow de la inversión refleja el Flujo de Caja Libre, esto es, el dinero que de verdad ha generado la empresa en el funcionamiento de su actividad y que queda libre para pagar las deudas, retribuir a sus accionistas o financiar el crecimiento futuro. Es, por tanto, el Flujo en el que se basa el método de valoración para estimar el valor de la empresa.
A la hora de solicitar financiación a largo plazo (a menudo para financiar la adquisición de Activos Fijos) y planificación de la devolución de la misma, conviene analizar correctamente la evolución de el Flujo de Caja Libre, pues refleja mi capacidad de pago de deudas. Unas cuotas de devolución de financiación superiores a mi generación de caja, pueden anticipar turbulencias.
3. CASH FLOW DE LAS OPERACIONES DE FINANCIACIÓN: Aquí se reflejan, por una parte, las entradas de caja por aportaciones de capital, préstamos, subvenciones y otras aportaciones de dinero que no corresponden a la explotación, y por otra parte, las salidas de caja para el pago de las deudas e intereses, así como la retribución a los accionistas (dividendos).
El reparto de dividendos, devolución de préstamos subordinados, etc. debería quedar supeditado, en todo caso, a la generación de flujos de caja libres positivos y suficientes para pagar la deuda. Asimismo, se deberá tener en cuenta también las perspectivas de crecimiento de la empresa, pues todo crecimiento, con NOF positivas, conlleva un crecimiento de las mismas y, por tanto, la necesaria inmovilización de fondos.
Como siempre, esperamos que os resulte de interés.